Un partido conceptual parte del análisis de la investigación
realizada. Una vez determinadas las conclusiones tenemos las intenciones para
encarar el proyecto y los condicionantes de este, es ahí, sumando estos dos
elementos que podes crear un concepto.
Me gusta imaginar esta herramienta como una autopista que
tiene un montón de bajadas pero que siempre se puede volver a subir. Es decir que sin decir como. Carlos Carpintero dice que “(…) es en cierta manera un mapa
conceptual de aquello que usted como diseñador está realizando. El partido le
indicará por donde ir. Y podrá volver a él para verificar si ha perdido el rumbo o se está empantanando” o sea que como guía puedo usarlo para
verificar la coherencia de mis decisiones.
Tiene que ser lo
suficientemente amplio como para permitirnos generar varias propuestas pero a
la vez cerrado como para permitir marcar un camino sin irnos por las ramas y es
este equilibrio lo que hace difícil lograr un buen concepto. Para conseguir
este equilibrio Carlos Carpintero dice en su texto “Dictadura del Diseño” que
un partido debe tener un generalizante y un particularizante. Uno de los
ejemplos que el usa es “El caos genera belleza”, entonces, si usamos solamente “El
caos” o “Generar belleza” el concepto se vuelve muy amplio como para trabajar
pero cuando los unimos de repente tenemos una herramienta que nos marca un
camino específico pero a la vez nos abre un montón de posibilidades.
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