Terminó el primer trabajo práctico de la cursada y siento
que aprendí un montón.
“Desmenuzando el pollo” se llamaba y consistía en investigar
la acción comer en una cultura determinada y a partir de esa investigación
lograr un concepto y diseñar un producto. Con el foco puesto en la primera
etapa con mis compañeras Lucila y Maira empezamos a analizar la comida peruana
y todo lo que la rodea.
Me pareció súper interesante partir de una consigna tan
amplia y de a poco ir construyendo nuestro camino a partir de nuestras
inquietudes e intereses, terminamos
encontrando un lado que nos intereso un montón: los puestos callejeros, no sólo
porque mantienen las tradiciones de la comida peruana a las doce del mediodía en
las calle en Lima sino también porque le descubrimos una parte social y una
problemática real al tema.
Entonces nos dimos cuenta cuáles eran sus tradiciones a la
hora de comer, por que las mantenían, como las adaptaron y las llevaron a la
ciudad, quienes consumían y quienes vendían, que esperaba esa gente y que
necesitaba.
Me pareció una forma buenísima de encarar un proyecto porque
cuando llega el momento de diseñar un producto ya tenés un montón de
información procesada que te permite conocer tus condicionantes y ejes de la
problemática con una postura e intención coherente para encarla.