"Para nosotros, el chef y la comida son los protagonistas".
Así comienza la charla que nos dio el Lunes pasado Pablo Jeifetz, diseñador industrial y co-fundador de Ajídiseño. Para mi la frase habla sobre este "ego de artista" que tenemos algunos estudiantes y diseñadores que tiene que ver con estar orgullosos de nuestros productos/ideas, capaz tenga que ver con que uno los siente propios, que constituyen parte de nuestra identidad, después de todo son objetos de comunicación y en un mundo tan saturado yo quiero que lo que hago diga "Ey! Acá estoy!". Lo interesante es que en Ajídiseño logran dejar de lado esta especie de ego y crear objetos que gritan "Acá está la comida!", sus productos hacen una presentación exquisita donde desde las bandejas de plata hasta las cazuelas de papel me hicieron babear y sentirme famélico toda la teórica.
Siendo conscientes del doble cliente/usuario de cada producto, al dueño le debe servir y al comensal gustar, creen que "Siempre hay algún aspecto por mejorar o pregunta sin responder" que se encuentra a partir de un análisis que servirá para interpretar el verdadero problema. "Un buen producto es consecuencia de un buen análisis", este empieza antes de la cocina, la atraviesa y va mas allá del comer. Muchas veces encontraron que el problema no involucraba estas áreas sino cuestiones de logística donde los objetos ocupaban mucho espacio en los fletes, de esta forma la investigación les permitió llegar a ideas como hacer volúmenes partiendo de planos encastrados o plegados, sobre todo para catering, es por eso que hacen hincapié en definir e investigar toda la secuencia del objeto o situación realizar/optimizar.
Ven al diseñador industrial como un "resolvedor" de problemas que debe buscar y solucionarlos. "El diseñador debe poder abstraerse y tener la capacidad de moverse del protagonismo de la escena, debe ser un observador analítico" logrando encontrar así el quid de la cuestión junto con sus condicionantes. En Ajídiseño saben que la presentación de un plato es importante pero tienen aún mas claro que "La forma sigue a la función" y esta función parte de una necesidad aunque en su caso creo que ellos logran darle una vuelta de rosca a la célebre frase para transformarla en "La forma es una función". Después de todo ¿Desde cuando la belleza no es funcional?
